Una experiencia bien vivida, es un logro para la vida

Por Sebastián  López Gallo

El Parlamento juvenil MERCOSUR inicia siendo un grupo de jóvenes de todo el país, pero luego se convierte en un grupo de amigos que luchan por incidir en la creación de una educación cada vez mejor y de la cual todos debemos hacer parte.

Un día se me presentó la oportunidad de hacer parte de esta iniciativa del PJM de la cual poco conocía y me postulé como cualquier joven que quiere lograr algo grande para su vida y para la de los demás, y perseverando en el camino logre ser un miembro del Parlamento Juvenil MERCOSUR.

Este camino que me abrió la vida ha estado lleno de experiencias que nunca creí iba a tener, pude conocer 22 jóvenes parlamentarios como yo de mi país, además de jóvenes de otros países en este mismo proceso, pude conocer personas encantadoras del Ministerio de Educación Nacional que me guiaron en todo este corto caminar, pude conocer personajes importantes de mi nación y de otras, y sobre todo, pude hacer parte de incidir en la educación media que queremos de nuestro país Colombia.

Todo lo que empieza debe acabar y es duro dejar lo que se cultiva con amor, es precisamente el caso con que mis compañeros parlamentarios y yo nos encontramos, puesto que este proceso inició como si fuera ayer y ya estamos en sus etapas finales.

Cuando la vida nos da una gran experiencia hay que saberla aprovechar, porque esta es un logro que se va adquiriendo para nuestra continua formación personal en beneficio de los demás.

Debemos vivir cada día de nuestras vidas en un estado de juventud, porque son las almas jóvenes llenas de sueños las capaces de transformar este mundo,  apropiándose de su papel conquistador en el triunfo y la felicidad como una sola familia que lucha unida y se preocupa por cada uno de sus miembros.

Es por tal circunstancia que los jóvenes que hemos pasado por el Parlamento Juvenil MERCOSUR hemos quedado sellados con el signo del liderazgo y del amor por la educación y su mejoramiento continuo. Esta es una gran experiencia que quien la vive no sigue pensando igual, piensa como nación y sobre todo piensa como persona humana en servicio a los demás.