Por: Parlamentarios Sala de Redacción Bucaramanga
Bucaramanga,
julio 24 de 2013
Productiva, enriquecedora y
con un alto índice de participación se calificó el encuentro para la
reglamentación de la Ley 1620 que se realizó en la ciudad de Bucaramanga.
Se contó con la participación de un gran número de estudiantes y docentes activos en las decisiones que afectan el ambiente escolar, quienes comprendieron su mesa de trabajo como un espacio para construir propuestas a partir de las diferencias y los contextos de las ciudades en las que viven, evaluaron acertadamente la Ruta de Atención Integral para la Convivencia que propone la Ley. Acorde con sus propias perspectivas, plantearon lineamientos acordes a las dinámicas propias de su edad, espacios y posibilidades.
Se contó con la participación de un gran número de estudiantes y docentes activos en las decisiones que afectan el ambiente escolar, quienes comprendieron su mesa de trabajo como un espacio para construir propuestas a partir de las diferencias y los contextos de las ciudades en las que viven, evaluaron acertadamente la Ruta de Atención Integral para la Convivencia que propone la Ley. Acorde con sus propias perspectivas, plantearon lineamientos acordes a las dinámicas propias de su edad, espacios y posibilidades.
Los estudiantes desde las
experiencias vividas en su día a día, determinaron cuáles serían las acciones o
la actitud que debería tomar cada actor de la Institución Educativa en cada uno
de los componentes presentes para la resolución de algún caso o conflicto
escolar.
Las y los chicos resaltaron
que en las Instituciones Educativas se deben mantener constantes relaciones de
comunicación asertiva, de interacción entre miembros de la comunidad sin
importar un nivel jerárquico, manteniendo
un vocabulario adecuado y propiciando la construcción hacia la excelencia de la
convivencia escolar. La concientización, proyectos, empoderamiento y refuerzo
de otros espacios de participación, el verdadero significado de transversalidad
y el hacinamiento en aulas de clase, fueron términos usualmente rescatados en momentos
de debate.
En la formulación o
modificación de los manuales de convivencia es vital contar con la opinión, participación y decisión de los estudiantes para
que planteen en total acuerdo con demás miembros de la comunidad educativa, los
compromisos, deberes, sanciones e incentivos, para que nada ni nadie sobrepase
sus derechos, entendiendo que estos ambientes de comunicación y participación
vayan de la mano con un espacio físico adecuado. “Quien es partícipe de la construcción de un Manual de
convivencia vela por hacerlo cumplir” puntualizó uno de los líderes
estudiantiles partícipes de la jornada.
Los pensamientos,
planteamientos e ideas que expresaron los jóvenes tienen tanta validez e
importancia como las de aquellos que dirigen nuestro país y formulan las Leyes.
Es menester que todas las personas que trabajan en conjunto por la reglamentación
de la Ley 1620, asistan a instituciones educativas, vivan de primera mano los
ambientes y dificultades que tienen los estudiantes y cómo solucionan sus
conflictos, cuál es la pedagogía de los docentes, y no solamente asistan en un
espacio de protocolo y etiqueta sin vivir la realidad del estudiantado.
Los docentes rescataron su
labor como orientadores del proceso de formación de la juventud colombiana,
reevaluaron sus compromisos en pro del mejoramiento de la convivencia escolar
en cada una de sus instituciones educativas, y resaltaron la necesidad de
personal profesional como psicólogos para combatir los casos de conflicto
escolar adecuadamente y tener un seguimiento activo de los afectados.
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