jueves, 17 de octubre de 2013

Por: Shiley Vargas

Una parlamentaria de pies a cabeza

Los jóvenes colombianos parlamentarios tienen el compromiso de construir una mejor educación media, y propiciar espacios como caminos hacia una convivencia escolar sana, respetuosa y democrática.


Shirley Vargas es una estudiante que representa la voz de los jóvenes de Aguazul, Casanare en el Parlamento Juvenil del MERCOSR.

…Shirley tiene la pluma y el papel…

Una de las tradiciones educativas en Colombia es que los jóvenes tienden a ser apáticos a la vida política y a los procesos de participación y democracia. Los constantes escándalos de corrupción e injusticia en nuestro país y la despreocupación por el fortalecimiento de principios y valores que propendan por la construcción de una sociedad más justa, está dejando vacíos importantes para que la juventud tome partido.

La democracia y la participación no se aprenden con la teoría, sino al  actuar y hacer respetar nuestros derechos, escuchar y ser escuchados,  elegir  y ser elegidos. Por eso es tan importante la cooperación de los estudiantes en la toma de decisiones, en la creación de estrategias para mejorar el ambiente escolar, la presentación de proyectos que nos beneficie y nos permita participar activamente en estos procesos, así seremos constructores democráticos y arquitectos de un nuevo país.

El Parlamento Juvenil, un espacio para tomar parte

Frente a la preocupación, reconocimiento e importancia de la participación de los ciudadanos en la formulación e implementación de las políticas públicas, y motivados por aprovechar espacios como el PARLAMENTO JUVENIL DEL MERCOSUR, surge como la oportunidad de despertar el interés en los jóvenes suramericanos, haciendo uso de sus derechos democráticos y de las diferentes herramientas establecidas en las constituciones de nuestros países hermanos.

El ser parlamentaria juvenil y representar los jóvenes colombianos es una responsabilidad y compromiso con mi país, además de ser una  gran bendición, es una oportunidad para analizar y opinar sobre las políticas públicas,  para motivar e incidir la participación estudiantil como pilar fundamental en la educación. Es una experiencia que llena de gozo el corazón y permite tener una visión crítica, propositiva y argumentativa frente a las problemáticas en cada aula de clase.

La integración internacional permite entender que Colombia puede ser mejor si los jóvenes razonamos la importancia de significar las decisiones que afectan nuestro entorno, ya sean políticas, económicas, educativas, es decir todo lo que convoca a la juventud.

La institución educativa, el primer escenario de participación política

Los espacios que permiten participar en la política siendo jóvenes, empiezan desde las instituciones educativas. En principio concurrí a la  Personería de la I.E Camilo Torres, posteriormente debido a las problemáticas del sector que se presentan en Casanare, lideré el movimiento estudiantil “Lápices unidos, derechos definidos” donde se lograron acuerdos con el Ministerio de Educación, los cuales beneficiaron de manera positiva nuestro departamento.

Además fui seleccionada para ser parte del proyecto “Jóvenes al Congreso” que tiene como objetivo acercar los estudiantes con visión social y participativa a la vida pública y política,  y he logrado ser parte activa de la creación de la “Política Departamental de Juventudes. Gracias a estos espacios mi vocación se ha fortalecido frente a la nueva educación que convoca a toda la juventud en entornos reales de participación.

El reconocimiento de problemáticas similares y falencias educativas en los países miembros del MERCOSUR, nos estimula a pensar en la educación media que queremos, una educación con calidad, cobertura y equidad. Por consiguiente el ejercicio educativo y pedagógico de compartir ideas y propuestas con nuestros pares parlamentarios es fundamental para lograr la interacción entre las naciones hermanas.

Una educación sin fronteras

Este espacio de integración con estudiantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Paraguay, Uruguay y Venezuela, es el escenario para incidir y motivar desde las instituciones educativas el liderazgo, compromiso y participación de los jóvenes con capacidad de mejorar y transformar las problemáticas sociales, viéndolas como un reto y una oportunidad para aprender y buscar soluciones, haciendo parte de las decisiones colectivas, estableciendo legitimidad y transparencia, y no la imposición de un grupo minoritario frente a las necesidades de un pueblo.

Somos jóvenes que queremos aportar a nuestra patria desde nuestro entorno, apoyando así la educación, su calidad y eficiencia.


Shirley Tatiana Vargas - Aguazul - Casanare

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